EL ÁRBOL DE LA VIDA.
por Daniel Miranda
Qué lindo ese árbol
parado sobre la colina.
Aunque no haya mucha lluvia
el amor de la madre tierra
lo ayudara a florecer.
¡Que linda esa manzana!,
roja como el corazón
de un bebe.
Redonda como la pelota
y las sonrisas
que le acompañan
Crece, crece y crece
hasta que salta del árbol
como una rana
saltando del charco.
Un viento poderoso y cruel
viene al pueblo
moviendo la manzana
y de nuevo empieza a rodar
con la niña del terreno
corriendo detrás.
Rueda, rueda y rueda
saliendo del terrero
y mirando a la par.
Mirando a los niños de la escuela
que contemplan el espectáculo
con sonrisas,
mientras los adolescentes
jugando pelota están.
Los adultos comprando
necesidades en el mercado
están y por sus negocios
casi no notan
lo que pasa a su alrededor.
La niña termina su persecución
ayudada por la tierra plana
que se encuentran en los
límites del pueblo.
Se agacha… y sus ojos
atrapan los de un niño
cargando leña.
Una sonrisa, una mirada
y un lanzamiento del objeto.
Unas mordidas,
otro lanzamiento,
otra mitad que se queda
y otras mordidas más.
…Lo que queda,
Se junta otra vez
Con la madre tierra.
En su nueva morada,
crecerá otra vez
y lo ayuda la lluvia
que cae como lágrimas.
Y…así el árbol seguirá…
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