viernes, 4 de marzo de 2011

Panegírico (Elogio) a la vida y obra del amigo, hermano, compañero y camarada: Roberto Miranda Q.E.P.D.



Los que mueren por la vida; no pueden llamarse muertos
(de un cantautor del cancionero popular Latinoamericano.)

Un rayo de sombra…
Nos arrancó tu paso por este mundo 
De humanidad ingrata;
Que a pausas se mata
Y se autodestruye…
Con pasión mezquina
Y odio furibundo.

Fuiste de la casta de los inmortales:
De Hunahpú e Ixbalanqué…
Y de los personajes mitológicos…
del Popolvuh ; del Chilam Balam y del Rabinal Achi…
de Roque Dalton; Otto René Castillo…
Y de todos los herederos
Y descendientes orgullos@s…
De la gran familia Maya-Quiché.

Naciste bajo la luz de Xelajú…
Como un vástago creciente
Y te despides lejos de tu sol;
De tu tierra con olor a lluvia primaveral…
De tu luna reluciente…
Y de tus estrellas incandescentes…
Como el candil campesino…
Bajo la oscura y lúgubre noche…
O como el Atitlán en ciernes…
Iluminando tus  lagos y valles…
Como acuarelas de luz…
Dispersas en el horizonte.

Ahí: en el seno familiar; aprendiste a amar a los tuyos…
Para después amar a los demás…

En tu paso de chiquillo con tu cruz a cuestas…
Luchaste mar adentro y rio arriba…
Contra las mitológicas serpientes  del mal,..
Hiedras de mil cabezas y fieras salvajes…
Siempre saboreando del mal ajeno…
Y hendiendo sus colmillos ingratos…
Hartos de odio y de veneno…
Siempre marchitando los jardines primaverales…
A su paso por la ingrata senda del mal…
De la traición artera…
Y de la calumnia ingrata
Que no remata…
Pero a pausas mata…

Sobreviviste las edades de tu raza…
Por siglos inmemoriales…
Y los crudos inviernos del norte…
Como bravo capitán de navío…
Rompiendo las olas del odio…
La doblez y la mentira…
El fingimiento y el oportunismo…
La guerra y las masacres campesinas…
Y el asesinato a mansalva:
De tu siempre querido y recordado hermano…

Cruzaste las milpas y los arrozales…
Abonados con sangre campesina…
Roja como los atardeceres…
Y acusaste con tu voz ronca  y bravía…
De defensor de los derechos humanos…
A los cobardes que a mansalva:
Segaron su vida de cordero manso.

Te enardeciste hasta la saciedad:
Contra el asalto a embajadas y la destrucción de aldeas pacificas…
Con saldos solo comparables a los de Vietnam…
Y el infierno en que los chacales…
Incineraron a Vicente Menchú…
Aunque por ambiciones arteras…
Su propia gente lo quiera ignorar…

Tu posición fue siempre la del roble erguido…
Y del quebracho eterno y sempiterno…
Siempre resistente a las corrupciones del tiempo…
Y a las plagas malditas y perniciosas…
Que eternamente nos rodean por doquier
Y que horadan la corteza de los pusilánimes…
Pero nunca el corazón de los valientes.

Te veo aún con la mano izquierda…
Alzada en un nudo de protesta y símbolo de poder popular…
Sin pancartas ni slogans o símbolos de fondo…
Porque siempre odiaste el partidismo…
Y las estructuras institucionales del poder…
Del estado o sus representantes…
Con títulos y protocolos rimbombantes…

Fuiste semilla de cambio y luchaste  por él…
Con la terquedad del necio y la rebeldía del cimarrón…
Eres sobreviviente… (Como todos nosotros);
¿Los que continuamos de este lado…?
De más de cinco siglos de injusticia…
De odio…desprecio y marginación…
Que siempre luchaste por cambiar…y erradicar...
A través de puentes de consenso… y no de claudicación…
A través de la justicia y el intercambio de la semilla bendita…
Que alegra nuestros amaneceres… y nos devuelve a la vida…
De nuevos días con sus  alegrías…amores...desamores y avatares.

Luchaste por educar en la acción… creando puntos de encuentro…
Y combatiendo el chovinismo y la cobardía de los que erigen muros y fronteras…
Para convertirnos en parcelas imperiales…
O traspatios de fincas y ranchos feudales.

Nunca jugaste a cartas escondidas o a gallos tapados…
Ni a dobleces hipócritas y mojigatas…
Como el Che siempre  pensaste en el hombre nuevo…
Semilla de paz, concordia y redención humana.

Te mantuviste siempre alto y erguido…
Luchando a brazo partido y de pie…
Sin arrastrarte como los reptiles…
Sin escatimar esfuerzos y peligros,
Desechando torvos instintos y fútiles vanidades…
Eternos y proverbiales males de nuestra raza mestiza y ladina…
Y atávicas herencias de nuestros colonizadores…de ayer...de mañana y de siempre…
A fin de mantenernos eternamente, como bolsas de perros y gatos…
Más divididos que las arenas del mar y las estrellas del cielo…
Que sin tener sentidos ni uso de razón; al menos viven y conviven juntas…
En las riveras de los mares y en los espacios siderales…
Bajo un orden de respeto y de armonía cuasi divina…

Nunca temiste a las tinieblas… a las sombras y a los males de nuestro tiempo…
Ni al TLC… a los fantasmas atómicos… a las bombas de hidrógeno y a las balas de plomo…
Que a veces no matan el corazón; pero si el alma…
De civiles,  recién nacidos, mujeres y ancianos indefensos…
Igual que el hambre que abate a nuestro planeta…
Mientras los precios son alzados por los monopolios y los poderosos…

Nunca supe que temieras tampoco…….
Al imperio gobernado por un negro bajo la férula de los blancos…
Porque Tú nunca luchaste criminalmente  por la socialdemocracia o por reformas.

Todo cambió para ti como dijera la negra Mercedes…
 Y seguirá cambiando mientras haya Robertos…
Lo que nunca cambiará es el amor por los pobres…
Ni tu sed de justicia universal y pronta…
Sin valladares  ni fronteras mezquinas…
Que degradan a la especie humana.

Como yo mismo me enorgullezco de ello…
Viviste intensamente las jornadas del Che…
Las grandezas de Fidel y la Revolución Cubana…
Las esperanzas fallidas de las revoluciones Centroamericanas… y Latinoamericanas…
La gran cruzada de Chávez; de Evo y de Correa…
El dolor de la pérdida del padre Camilo Torres y del arzobispo Romero…
Ejemplos de  entrega y de amor por los sin voz…
Que siempre estuvieron presentes en tu sala de espera
Y en los espacios y recintos  donde te alojaste para mientras partías.

Fuimos testigos  mudos de la era de los Beatles…
Con sus protestas y cabellos largos…
Y de las locuras revolucionarias de John Lenon…
Y su pasión por la paz…luchando contra la guerra del Vietnam.

Tarareamos las canciones del rock and roll…
Aunque no superamos exactamente que decían...
Amamos la música de Silvio y Pablo…
de Daniel, los Guaraguao y Mercedes Sosa…y de Violeta Parra.

Nos conmovió la muerte atroz de Víctor Jara,
La canción triste y pampeana de Atahualpa…
La grandeza  poética de Tejada Gómez…de Neruda…Pellicer y José Hernández…
La polifonía magistral del Quinteto Tiempo
Y la firmeza de Alí Primera.

Fuimos cómplices del gusto por Juan Manuel Serrat, y José Luis Perales…
De los Mejía Godoy en sus mejores tiempos…
Vivimos las jornadas de solidaridad con Amparo Ochoa y Gabino Palomares…
Los folkloristas  de  México y los cantautores de nuestras tierras…
Artistas de pueblos valientes  y recios…aunque parezcan mansos…
Que consagraron su alma de creadores a las nobles causas.

Recuerdo la magistral canción de Silvio y Pablo llamada: Yolanda…
Que siempre personificaste  en tu querida y amada esposa y  compañera…
Y a quien se la dedicaste en innumerables veces…
Como símbolo de  amor y gratitud por ella…
Y por ser la madre de tus queridos  hijos…

Vivimos un mundo muy especial… de esperanzas y utopías…
Hasta que vino  la caída del muro para edificar otro más gigantesco…
Presenciamos atónitos el derrumbe del bloque…
Para edificar otro más cerrado y chico con sus nefastas injusticias…
Y manipulaciones informáticas…
Vimos el nacimiento de la agricultura transgénica 
Y la muerte de la agricultura tradicional…
Las consecuencias del calentamiento global y la desertificación del planeta.

Querido, estimado, camarada, amigo y hermano Roberto:
No te declaramos muerto aunque seas el rayo de luz que pasó fugaz…
Tu lumbre continuara iluminando prados y jardines por doquier…
Sin que nadie pueda parar la utopía por un mundo mejor y posible…
Donde Juan no se avergüence de su nombre…y apellido…
Ni Pedro de su aldea, su machete y su jornal…

Juntos aprendimos a construir el amor donde priva el odio y la mezquindad…
Y juntos  saciaremos a nuestras generaciones…
Con el pan de la justicia y el vino de la verdad:
Porque juntos aprendimos el amor de los que nunca mueren;
Es decir; el amor inmortal que nos une y nos congrega en comunión…
Juntos marchamos aunque a veces solitos…
Y peleando por nuestras nimiedades…
Hendiendo la adarga justiciera de don quijote…
Bajo las sabias diatribas de su escudero…
Gordito y chaparro como nuestra raza…
Haciendo alarde de su sabiduría dicharachera…
Como la que nos heredaron Cheringa y Makondo…
Exploración y gozo de nuestra lengua y sus acentos populares…

Eso  hicimos; eso somos
Porque eso nos indica la cultura atávica de nuestros antepasados
Y de nuestros abuelos milenarios…
Chamanes del tiempo y de las glorias eternas…
De quienes tuvieron el privilegio de hablar con los dioses…
Para conducir a la especie humana por sendas diferentes
A las herencias del consumismo, la contaminación y la basura…
O los desechos que inundan nuestras ciudades.
Y eso sin hablar de los desechos químicos y nucleares…

No se puede vivir sin portar en alto…….tus estandartes…
Ni sin cantar los estribillos y los versos sabios…
De quienes nos antecedieron en la lucha necia…
Con la alegría de sus vidas y sus historias colectivas…
Sus refranes y sus leyendas más antiguas que las rocas…
Y las soberbias montañas  que adornan nuestros campos en el horizonte…
Sabía herencia de ancianos vencedores…
Y de personajes mitológicos sobreviviendo al tiempo…
Al viento y a las tempestades de la vida…
Como gallardos de la lucha terca…
Por un mundo…no perfecto; pero al menos: 
Habitable…convivible y sempiterno.

Compañero, amigo y camarada Roberto:

Te saludamos no con un minuto de silencio sino con un minuto de aplausos cerrados
Que hagan retumbar esta sala con la fuerza y el furor de nuestros volcanes…
Porque nos embarga; no la tristeza; sino la grande y sabia alegría de tu ejemplo.
Tu sonrisa franca nos ilumina y nos conduce por la senda del futuro
Y tu mano cerrada por los avatares de la lucha y la resistencia tenaz…
Hasta que esto cambie…porque como dice la canción del Quinteto Tiempo que tanto amabas:

¡ ¡El que no cambia todo; no cambia nada!!

Fraternalmente y en solidaridad eterna…

Tu amigo, hermano y camarada de siempre:

Manuel Magaña.
Ottawa, 20 de febrero del 2011 :4:am

lunes, 21 de febrero de 2011

Para vos, Roberto...


La solemnidad de
      este fin de tarde
De nieve y premonitoria
      penumbra
calma mi espíritu

También
anuncia la inevitable noche
      con la danza arcana
de nuestra abuela Luna (Mama Paxsi)
y determina
      paradójica y cósmica
la salida del nuevo sol (Tayta Inti)

Un amanecer prístino
y siempre fugitivo
huyendo desde que
      se llega a la vida.

Un pasaje breve,
que tiene como objeto inequívoco
      destinarnos a la semilla;
desde que nos abrimos
a estos pasajeros y huidizos tránsitos.


Los segundos se desatan incontenibles
y siento tu presencia profunda
hermano,
en el círculo pesado de mi vida.

Hermano, sí.
Compañero, claro!
Roberto
Roberto Miranda
Tito Rana Ronron
Activista y albor
sindicalista, padre
revolucionario, esposo
compañero, compañero
maestro, humilde humano
guía, proletario
activista, hermano,

Son sólo algunos de los roles
con los que cruzaste nuestras vidas
son las relaciones
      mediante las cuales
nos enseñaste, nos guiaste,
nos mostraste el camino de sonrisas y lucha.
Son las enormes vidas que viviste,
      sólo algunas…

Ahora que,
      en el umbral cíclico,
de las vidas,
te preparas con curioso coraje
      con tierna certidumbre
      pleno de elocuentes silencios
tu gran espíritu
ya resplandece humilde y diáfano
      ¡Gran Maestro!

Marchas,
guatemalteco rubicundo,
a cotejar los ciclos aprendidos
en la danza mágica y arcana
de tu espíritu
en los nuestros.

La tarde hace un alto
      en su desaforado develarse
y me permite
mirarte con el corazón.
Te palpito vital, necesario y alegre,
      Claro y elocuente.

Mientras que tu lozano espíritu
de colibrí y quetzal,
      indoblegable y estoico hasta el llanto,
se me fija en la vida,
      móvil,
      siempre móvil,
      fluyendo incontenible
      en la danza primordial
      de nuestros ancestros
      y aquellas y aquellos que nos siguen

Roberto, hermano
te plantas sólido y hermoso
como anuncio anticipado
de mi propio fin de ciclo.

Eres mi espejo
mi vía paralela y complementaria
inevitable y consuetudinario.

Sí, ya lo se
Nunca necesitamos decírnoslo o callárnoslo
que son dos formas opuestas y complementarias
de anunciarme
mi propia humanidad,
desde la luz inicial
de la tuya propia.

Se que estarás justo ahí
      donde te necesito
cuando, como vos,
      lúdico y solemne
me toque buscarte
para que me guíes, otra vez,
por las diáfanas luces acumuladas.


Mientras,
en el interludio forzado
de mi espera,

¿Qué hago
      con tu alegría rotunda?
      ¿con la memoria de tu cuerpo dolido?
¿Cómo entiendo
      tu estampa de héroe fortuito?
¿Cómo interpreto
      tu incontenible calma,
      que es continua presencia?
¿Cómo hago ahora para entender
      tu mirada pulcra y escrupulosa?

Todo
se desliza en la tarde, esta tarde.
La nieve ajena
que cae irredenta, forastera,
me lleva mágica a sostenerte en mi alma
compañero hermano,
hermano compañero.

viernes, 18 de febrero de 2011

Despidiendo el cuerpo de Roberto


  • El velorio para Roberto Miranda se realizará el sábado 18 de febrero (2011) en la funeraria KELLY FUNERAL HOMES, 585 Somerset W, a las 19:00. (Siga este vínculo para obtener el mapa: http://goo.gl/maps/hj9g).
  • El funeral se realizará el día domingo 20 de febrero a las 14:00 en la Iglesia St. Joseph, 151 Laurier Av., Ottawa. (Siga este vínculo para obtener el mapa: http://goo.gl/maps/wkE4).
Las personas que quieren colaborar con comida, principalmente boquitas, para compartir después de la celebración por favor llegar media hora antes (13:30) y dirigirse directamente al sótano de la Iglesia para dejar lo que aporten. 

Gracias por su habitual colaboración y por su apoyo y solidaridad para con la familia Miranda Elías. 

Marcela

…………

  • Roberto’s wake will take place on Saturday February 18th (2010) at KELLY FUNERAL HOMES, 585 Somerset West, at 19:00. (Please follow the following link to get the map: http://goo.gl/maps/hj9g)
  • Roberto’s funeral will take place on Sunday February 19th (2010) at 14:00 in St. Joseph Church, located on 151 Laurier Av., Ottawa.  (Please follow the following link to get the map: http://goo.gl/maps/wkE4)
Those that want to contribute some finger foods and sweets for sharing after the service, please come down to the basement half an hour before the service (at 13:30) so we can organize the community sharing. 

Thank you for your ongoing support and solidarity to the Miranda Elías family.

Marcela

El flujo de la vida

Ayer jueves 17 de febrero, llovió en Ottawa. Una parte de la nieve acumulada durante el invierno continuó el sagrado ciclo del agua; los elementos danzaron enigmáticos y ciertos. Ayer Roberto abandonó su cuerpo y continuó su flujo natural. En la tarde, pasé como una hora junto a su cuerpo, hipnotizado por la calma de su cuerpo, mientras sentía la presencia indudable de su espíritu, que lo colmaba todo. Al contemplarlo, a veces tenía la impresión que su vientre se alzaba, apenas, para luego descender, apenas.

Es el flujo de la vida. La muerte es parte imprescindible de esta. La danza cósmica de la existencia en estos planos es la danza paritaria entre la vida y la muerte, un flujo constante de idas y venidas, finales de ciclo y renacimientos.


Luego estuvimos con Luisita, Janet, Carlos, Sheila, Glenda, Marcela, Laura acompañando a Roberto, acompañándonos unas/os a otras/os. Recordando la alegría con la que Roberto nos mantuvo todo el tiempo.

Algún momento, en la tarde, Janet dijo “tengo esta canción en la cabeza que la tengo que cantar”, mientras las siluetas en el cuarto de Roberto iban cambiando de formas y posiciones, con el sol estival que caía. Janet dio que la canción se la había enseñado Roberto y que iba algo así: “cra, cra, cra”. Sonreímos. Luego nos dimos cuenta de cuál era la canción y reimos con franqueza y humildad. Era Roberto que saludaba a Janet, que nos saludaba a todas/os las/os que estábamos ahí ¡con una canción! Tan típicamente Roberto. La canción era: “el alacrán, crán, crán, el alacrán, crán, crán, ay! Te va a picar…” Alguna vez Roberto me contó de este episodio con las/os hermanas/os que viajaron a Guatemala, entre ella/os Janet y Glenda. Corroboramos que esa era la canción y dentro nuestro supimos que nuestro Roberto seguía con nosotros, cantando, jugando, con su voz de tempestad caribeña deshaciéndonos los esquemas.


En otro momento me tocó estar en el cuarto de Roberto cuando Daniel, con gran integridad y amor indescriptible rasuró a su papá, mientras sus ojos le decían mil cosas. Fue un momento muy emotivo para mí, de gran ternura entre padre e hijo. Me conmoví muchísimo y aseguré a Roberto que hicimos bien en estas vidas, al ver a Flor (su nombre lo dice todo) y a Daniel como universos propios, prestos a emprender sus vidas, llenos de amor, marcados desde sus nacimientos por la semilla fuerte y sana de este mi hermano. 


Con Daniel nos dimos rápidamente la mano y no nos dijimos nada. Sólo nos sostuvimos la mirada por un momentico, seguros de que a veces las palabras ocultan más que develar. No necesitamos más que esto. Creo que Daniel sabe que puede contar conmigo en cualquier circunstancia. Se lo prometía a Roberto y pienso ser fiel a esta promesa.



En la noche volvimos a la casa de Roberto con mi esposa y compañera Carola. Nos hizo bien visitar a Roberto y verlo en su tranquilo sueño, sin dolor, sin nauseas, sin vómitos, sin agujas, sin efectos secundarios. Fue el presenciar una mariposa sale de su capullo para emprender o, más bien, continuar, su vuelo místico. Al entrar a la casa de Roberto escuchamos la bulla de las/os amigas/os, el ir y venir de gente, las conversaciones de esta gran comunidad que somos gracias a Roberto. Me dije: “Este Roberto sigue ahí, tanta bulla, esa calma, esa energía y calor que despedía la casa de Roberto éramos todas/os juntas/os”. Al entrar visitamos a Roberto, con la foto que le puse al lado suyo (la que está acá abajo) y con esa impresión de contemplarlo en su levísimo respirar. Una vez conjeturamos por qué lo veíamos así y quise explicarme que era porque somos nosotros los que respiramos y nuestras miradas se mueven a ese ritmo y crean esta ilusión óptica. En realidad es que Roberto ya habita dentro de nosotras/os mismas/os y es tan cierto que lo sentimos respirar. 


Hoy pasaré a visitar a Roberto y a la familia en unas horas más.



Si desean enviar mensajes a la familia o dejar comentarios en el blog de Roberto, pueden hacerlo utilizando el cuadro de comentarios acá abajo. Yo me ocuparé de hacer llegar estos comentarios y mensajes a Yoly, Flor y Daniel.



Gracias